viernes, 12 de diciembre de 2008

INTRODUCCION

Muchos y diversos estudios se han realizado sobre Valdivia y su costanera, en los que se han analizando colores, flujos, arquitectura y sus contrastes. Sin embargo ninguno se ha interesado en analizar lo que pasa en el lado opuesto y olvidado de este sector, nos referimos a la calle Yungay-Gral. Lagos. Que si bien, siendo aun borde rio no se considera como tal, puesto que el recorrido peatonal se ha visto interrumpido por un fuerte quiebre producido en la calle Lautaro, es en esta fractura donde la ruta perceptiva deja de lado casi completamente el juego visual compuesto por el río. Los coloreas ya no encaran al rio ni se enjuagan con el, ahora se ven contrapuestos e imponentes unos con otros, en una confrontación presente pero desapercibida. Es precisamente esta cualidad en conflicto la que este blog pretende estudiar y explicar. Color, atmósfera, arquitectura y programa convergen en una serie de relaciones delimitadas por diversas auras perceptivas.

El haber optado por esta calle y no otra se debe por una parte al quiebre de costanera visual nombrado anteriormente, adhiriéndonos al recorrido enmarcado por las personas; y por otra a la fuerza histórica que el lugar contiene incluyendo sus actuales actividades, siendo estas mas bien turísticas, característicamente valdivianas, a ratos residenciales, otros tantos públicos, pero principalmente patrimonial.
FUNDAMENTO

Los colores son uno de los focos principales de la arquitectura. Registrar el color de una ciudad es plasmar su identidad, en Valdivia por su cercanía al río esta identidad se modifica en todo su borde y a es a este borde al que acotamos nuestra investigación. La identidad cromática de cada lugar varia con el clima, el paso del tiempo, y los usos programáticos, nuestro trabajo dejara un registro del color de estos tiempos, accesible para quien lo desee, dejando a la vez un registro de la interacción color-color la que afecta a todo nuestro entorno.
HIPOTESIS

El distanciamiento del flujo peatonal con el río, como sucede en Costanera-Gral. Lagos hace que la influencia de éste sobre los colores sea nula preceptivamente.
Antecedentes históricos:

a) En 1845 se dictó la primera ley de colonización que procuró atraer la inmigración extranjera para mejorar la raza nacional y colonizar las regiones del sur. Poco después, un ingeniero prusiano llamado Bernardo Eunon Philippi fue el encargado en Alemania, de buscar emigrantes a Chile, pero no consiguió mucho porque se exigía que los colonos deberían ser católicos. Más éxito alcanzaron algunas compañías particulares que lograron convencer a unos cientos de alemanes para que emigraran a Chile.
Para la recepción e instalación de los que llegaran a la zona se designó a Vicente Pérez Rosales agente de colonización, con cede en Valdivia, que con su trabajo logró que la empresa resultara exitosa.
Los primeros colonos alemanes llegaron a Chile en 1851. La revolución de esa fecha casi interrumpe el flujo pues venían huyendo de ese tipo de disturbios. Hacia 1853, sin embargo, ya sumaban más de mil, instalados en Osorno y Valdivia; y desde el Lago Llanquihue hasta Puerto Montt. El estado los sustentó durante un año, regalándoles semillas: cinco fanegas de trigo y diez de maíz.
En poco tiempo los colonos producían más de lo que consumían: eran pues un aporte a nuestra economía, el panorama natural de la región iba cambiando.
Acotándonos ahora a la calle general lagos, podemos decir que fue Declarada zona típica por el Consejo de Monumentos Nacionales en 1991, después de lograr un mayor estatus con la llegada de los alemanes a la ciudad hacia mediados del siglo XIX. Los adornos, capiteles, pilastras, molduras, zócalos y revestimientos en madera y latón nos hablan de la vida cotidiana de los colonos y la de su descendencia, pues
el máximo apogeo del sector fue la década de 1930.

b) El 13 de diciembre de 1909 un incendio destruyó el centro de Valdivia, en la que quizás sea la catástrofe más devastadora provocada por el hombre en esta ciudad. El fuego consumió la Catedral y los principales edificios públicos ubicados en torno a la plaza hasta llegar al río. Hasta el cruce de San Carlos (cuando la calle cambia de nombre de Yungay a General Lagos) los edificios son posteriores a 1909 al gran incendio. A pasos hacia el sur, está la casa Martens-Hoffmann construida en 1870 y habitada por la familia hasta 1980. Entonces fue comprada por el Diario Austral que la convirtió en el Centro Cultural El Austral.

c) El Torreón Los Canelos marcaba el hito defensivo sur de la ciudad. En el otro
extremo de ésta todavía se encuentra el Torreón del Barro (Av. Picarte). Ambas
construcciones de ladrillo y argamasa de cal son de 1781 y son los únicos
vestigios de la fortificación de Valdivia ante los ataques indígenas. También en el año 1781 se comienza a unir con el torreón de barro por una línea de murallas, escarpas, malecones y un foso de 1600 metros de longitud, complementando en 1795 con una puerta rastrillo y puente levadizo.Este torreón tubo diferentes usos, en 1801 se vacía un cuerpo bajo, utilizándolo como calabozo; en 1822 reemplazan a la antigua picota de la justicia; en 1840 se dio en concesión a don Cosme Pérez de Arce para transformarlo en molino de viento y en 1853 en almacenes de pólvora. Fueron declarados Monumentos Nacionales en1926 y pertenecen al Estado.


Esta breve reseña describe los principales hitos que influyeron en la creación y transformación de la histórica calle que conforma nuestro estudio. Conocer el contexto general de general lagos, sirvió para identificar y entender los distintos tipos de arquitectura y programa actuales.
PRINCIPALES ACTIVIDADES:

· Fotografías del lugar para dejar un registro actual.
· Realizar el levantamiento cromático.
· Confeccionar una maqueta cromática.
· Conclusiones correspondientes.
CARTA GANTT